lunes, 28 de abril de 2014

¡Qué daño nos está haciendo whatsapp!

"Sábado noche en casa. Hoy no salgo porque estoy con un gripazo terrible y me he quedado en la cama. A las 2:09 de la mañana empiezan a sonar "cuack, cuack, cuack" en mi móvil (sí, tengo un pato como sonido). Ya me conozco el sonido, son whatsapps... seguro que de alguna amiga que me está buscando. Bah, paso de mirar. A las 3:15 suena otra vez, me despierta, y entre el ojo legañoso y el dolor de cabeza que tengo me pregunto por qué demonios lo habré silenciado. Ya me vale. Entro en la aplicación para quitar las notificaciones y que me dejen de molestar, y me vuelvo a tapar hasta arriba.

Me levanto a las 8:03 con la cabeza congestionada, la almohada llena de babas y ganas de ir al baño. Lo primero que hago es coger el móvil (sí, reconozco que estoy un poco viciada, es lo primero que hago nada más despertar). Entonces veo lo que ha estado pasando mientras yo dormía como una marmota a 39º.

3:31 Así que estabas mala, ¿no? ¿Qué hacías conectada?
3:31 No te hagas la tonta, te he visto.
3:32 ¿Con quién estabas hablando?
3:33 Contesta, sé que te llegan mis mensajes.

Y sí, efectivamente me llegaban sus mensajes, ¡¡¡pero no los había leído!!! Que es cuando piensas... ¡mierda!

¿Es una mierda whatsapp? (Me pregunto...)

Esto me recordó aquella mítica discusión que tuvimos por una puñetera palabra hacer una semana. 

12:40 ¿Qué tal el día guapa? ¿Bien? Acabo de salir de la reunión
Que yo estaba en la calle, de camino a una cita de trabajo, llovía a mares, llevaba el paraguas y los dedos se me descuajeringaban entre las teclas. Logré decir un...

12:46 Bien.
...sujetando el paraguas con el sobaco, mientras miraba el semáforo y seguí corriendo porque llegaba tarde. Guardé el móvil nada más entrar a mi cita, y no llegué a poner más. ¡Pues ya se montó el follón! Que si cómo que sólo bien... que si qué arisca estoy, que si qué me pasa, que si no estoy igual que antes, que si ya no le hago caso... y bla, bla, bla..."


La vida era más sencilla cuando no teníamos whatsapp. Cuando no contestabas un sms porque no te venía bien en ese momento (¡¡¡o no querías!!!) y nadie se lo tomaba mal, cuando no había ningún sistema controlador que dijera con minutos y casi segundos si estás conectado/a, o no, has entrado a leer un mensaje o te conectaste la última vez a las 6:27h. (que cualquiera lo mira y dice "mira a qué hora se ha acostado, qué estaría haciendo...") o lo que es peor, los malditos celos que desencadenan ese vivir online, tener que contestar en el momento (o que le siente mal), y que a veces ni siquiera funciona bien lo de la última conexión...

¡O el doble check! Esas inocentes uves dobles verdes que parece que indican que se leyó el mensaje... ¿o no? Veamos un ejemplo de la situación que puede desencadenar el "todolosabe" Doble Check:




Con más de 350000 reproducciones, este vídeo arrasó en las redes sociales. Pero lo que a mí más gracia me hace (aparte del vídeo en sí), es el comunicado oficial que hizo Whatsapp en el mes de mayo confirmando que el Doble Check no significaba que el mensaje se hubiera leído, sino sólo que el mensaje se había entregado en el dispositivo del receptor. Y punto pelota. Y para que tengan que hacer "un comunicado oficial sobre ello", es que la cosa... trae tela.



En fin, esta nota confirma que el Doble Check no es Dios, y aunque por supuesto, cada quien cree en lo que quiere, confiar en la palabra de la pareja más que en una marca verde, podría ser una opción también (digo... si queremos que la cosa vaya bien...)

Pero no sólo Doble Check puede ser motivo de desconfianzas, conflictos y celos en las parejas. El mensajito "Última vez a las..." que indica la última hora y minuto que hicimos aparición por la app, también puede ser desquiciante. Porque si mandaste un mensaje a las 12:11 y su "última vez" fueron las 14:02, pero no te ha contestado... aaaaaay, que se ha conectado y no ha contestado. Y es que muchas personas lo usan como "termómetro" del interés de su pareja y "si su última vez es conmigo, entonces es que le importo"...




...Peeeeeero, por la misma regla de tres... si su última vez fue un rato después de hablar contigo... ¡¡zas!! eso automáticamente significa que me la pega y tiene alguien más especial a quien decirle buenas noches y mandarle un beso con corazón. (No el que sólo manda beso, no, a "otro/a" se lo mandará con corazón y a ti no).

¡Y todo eso se concluye sin haber hablado con tu pareja, sin haber confirmado nada y sin haber VISTO (remarco la palabra visto por si no queda claro) nada más que un puñetero "Última vez hoy a las 00:13"! En fin, suficiente información no contrastada para darle vueltas al coco, desconfiar y montarle el lío por ti mismo.

El caso es que esta opción, la de mostrar le última vez tampoco confirma que se esté hablando con nadie. Cuando entras para escribir a alguien, la aplicación lo mostrará, pero también cuando entras para ver un mensaje que te había llegado antes y sales inmediatamente sin hablar con nadie, también cuando entrar para mirar a qué hora habías quedado mañana, cuando simplemente entrar a recordar una conversación pasada... Tantas opciones... Todos nuestros movimientos quedan registrados, incluso si ha sido un error y le diste al botoncito verde en lugar de a la aplicación de al lado, whatsapp lo registrará, y (¡atención!) todas las personas que tengan tu número... ¡¡también!! Y ese es el problema, que con tener tu número, quien quiera te podrá "vigilar", saber cuándo te conectaste, y, si tienes la costumbre de mirarlo justo antes de acostarte, saber a qué hora te fuiste a la cama anoche. ¿No es maravillosa la tecnología? (sarcasmo).

Sin embargo, existe la opción de no mostrar la última conexión, es decir, de quitar al demonio controlador de la última hora para que nadie te vigile. La cuestión es que quitarlo... también significa no poder ver la última hora de conexión del resto de la gente. Y eso... ejem ejem... igual no satisface tu curiosidad cotillil, ya sabemos que nos gusta más cotillear que que nos cotilleen ;) Pero puede ser una opción... ¡para quien pueda y se atreva!

De hecho, hace un par de meses, hubo un día completo en que whatsapp no mostraba la última conexión. Ese día me imagino a miles de personas comiéndose las uñas hasta el codo por los nervios de no poder ver la última hora que se conectó cierta persona o personas. Lo de con las uñas comidas me lo imagino yo, pero igual no ando demasiado desencaminada, como indican los mensajes que en ese momento ocupaban twitter por múltiples cuentas que si "han quitado la última conexión! ¡Que vuelva la última conexión!"...



12.969 personas (vamos, unas 13.000 y seguro que más),
se desquician si les quitan la info de la última conexión.


Total, que nuestras vidas y confianzas se desquebrajan a veces por tonterías (o por inseguridades, si me pongo en mi rol psicóloga). Malentendidos que pueden ocurrir con cualquier persona que tengas en el listado de amistades, con parejas, exs, amistades y compañeros varios... Y todo por creernos más lo que nos dice una pantallita que una persona, o mejor dicho, porque a veces miramos más a la pantalla... que a la persona que tenemos delante.


Y es que sólo hace falta echar un vistazo en el metro, por ejemplo, y veremos gente con el cuello para abajo mirando la pantallita del móvil, bip bip y bip bip sonando, y otros/as, inquietos esperando a ver si reciben una contestación. ¡Qué locura!

Si todo esto te ha hecho pensar un rato... piensa en unos motivos para no discutir por whatsapp (que hay muchos), plantéate dejar de mirar al móvil y levantar los ojos a la realidad aunque sea por un momento, piensa en desconectar un ratico de las redes y atender a esa gente que está delante, salir un rato a la calle sin mirar al móvil... Plantéate también que no estás obligado/a a contestar en el momento inmediato, que quien se lo toma a mal, tiene un problema de confianza... y sobre todo... que lo que haga nuestra pareja siempre será más importante que lo que digan dos palabras en whatsapp ¿o ya no nos acordamos de lo que significan los actos? ;)

Pero ojo con echar la culpa a whatsapp de todo esto. La tecnología no hace nada... que nosotros no queramos hacer.

Yo desconecto un rato. Disculpen si no respondo, pero es que tengo "la manía" de hacerlo sólo cuando quiero. Besitos sin corazón.

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