Comenzando.

¡Buenas!

Este blog, básicamente, lo utilizaré para noticias, reflexiones, vídeos... que tengan que ver con la educación, pues es lo que yo estudio; aunque alguna que otra vez escribiré sobre algún tema de interés (propio) que no tenga por qué ir relacionado con la educación.

Como digo en el título de mi blog, la educación y la pasión deben ir de la mano; en el sentido que un profesor debe poner todo su ser en enseñar al alumnado, debe ser consciente de lo que hace y hacerlo porque le gusta, porque le fascina que otros aprendan con él; y con aprender no me refiero solo a conocimientos, obviamente, pues éstos se pueden encontrar fácilmente en un libro de texto.
Hay una frase que me llamó mucho la atención de Max Van Manen, que dice: "La pedagogía es la fascinación por el crecimiento de otro(a)". Y es que lleva toda la razón, desde mi punto de vista. A mí se me ilumina la cara, me llena de satisfacción y me siento realizada cuando soy consciente de que un niño o niña ha aprendido gracias a algo que le he enseñado, que haya madurado y crecido, aunque sea un poco, gracias a mí. Es realmente precioso (y lo digo en presente, porque ya he tenido la oportunidad de trabajar con niños en convivencias, campamentos, de animadora en comuniones...) el ver cómo, pasito a pasito, tus niños y niñas van progresando; eso te llena, sobre todo si sabes que uno de esos pasitos lo ha dado gracias a tu ayuda y apoyo. Además, puede ser que dentro de algunos años te reencuentres con alguno de ellos y te agradezca todas y cada una de las cosas que hiciste, todo lo que le enseñaste. A mí ya han venido niños y niñas a darme las gracias por lo bien que se han sentido, por lo que han aprendido... y todavía no soy ni maestra; y hay mucha diferencia entre un campamento y una clase. Hay frases que me llegaron al alma de estos niños: "Los primeros días echaba de menos a mi familia, ahora os echaré de menos a todos vosotros para siempre", "seño, yo de mayor quiero ser como tú", etc. son frases que se me quedaron grabadas y me dejaron sin palabras; yo ya había dejado huella en los niños y niñas y todavía no soy maestra, solo soy una monitora/animadora. Me hace ver que puedo llegar a ser un ejemplo a seguir para algunos pequeños y eso me gusta, me hace sentir viva.

Por otro lado, la educación, a veces, está muy mal planteada; además, los profesores están muy sobrevalorados. Y yo, con mi opinión desde aquí, voy a intentar aportar mi granito de arena para cambiar eso.