viernes, 4 de abril de 2014

"Educación, qué poquita". Por Eva Hache.

http://smoda.elpais.com/articulos/educacion-que-poquita-por-eva-hache/4653

Cada alumno y alumna tiene un ritmo de aprendizaje que hay que respetar. La escuela debe guiarnos a construir como personas y en el camino del conocimiento y de los valores, así como darnos la libertad y oportunidad de expresarnos sin tener que seguir moldes establecidos, permitiéndonos así sacar lo mejor de nosotros/as.
Os invito a leer este artículo sobre la educación, de la humorística Eva Hache; es distinto a lo que solemos ver y algo más vulgar, pero lo veo cercano, y que te hacer reflexionar, dejando ver una realidad aplastante.

Si nos fijamos, la crítica va dirigida, sobre todo, a esa intencionalidad uniformizada que tiene la escuela, quizás sin querer o queriendo, quizás porque estamos acostumbrados a trabajar siempre de la misma forma. La escuela no puede ser un lugar triste, tampoco la universidad. Los espacios de formación tienen que ser espacio vivos, dinámicos, cambiantes y donde las personas podamos aprender a pensar por nosotros mismos, obviamente con ayuda del docente y de los compañeros.

Es cierto que es algo que podemos ver fácilmente o que lo hemos vivido nosotros mismo, que llegan unos detrás de otros y desde que entra el primero hasta que sale el último todos hacen lo mismo, pero yo pienso una cosa: es cierto que no se presta demasiada atención al niño o niña, que hay que hacer que sean libre, felices, darles amor... cosa con la que estoy totalmente de acuerdo, pero también se critican los libros de texto y los exámenes; pero yo aquí difiero, pues pienso que un libro no es malo, lo podemos coger como una ayuda o guía y, a partir de ahí, utilizar métodos que lo haga más dinámico. Los libros de texto no son los únicos recursos que debemos utilizar, pero tampoco podemos desecharlos y apartarlos totalmente, sino recurrir a ellos cuando sea necesario.

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