miércoles, 28 de mayo de 2014

Perfectas locuras.

Sé cabezota, bebe cervezas hasta que no puedas verla amarilla. Emborráchate.
Úntate la cara de chocolate, y cómetelo, ñam.
Baila hasta que te duelan los pies.
Canta aunque no sepas hacerlo.
Habla por teléfono hasta que tu padre te diga que llevas dos horas.
Juega.
Sáltate las clases.
Escucha música a topa, hasta que te quedes sordo.
Cáete de un escalón borracha.
Dile a tu mejor amiga lo falsa que es.
Canta en inglés delante de 20 guiris.
Mira fijamente a esa tía que de una bofetada te puede matar.
Enamórate.
Dile al tío al que le molas lo bueno que está su mejor amigo.
Duerme sólo para soñar, no para descansar.
Métete en su cama.
Ódiale. Quiérele.
Cómete tantos regalices como puedas.
Miente, porque por cada verdad hay una mentira.
Ve mil veces "Titanic" solo porque te trae buenos recuerdos.
Viaja a ese lugar que nunca pensaste que existiría.
PERFECTO.

martes, 27 de mayo de 2014

Cambio de aires.

Para bien, o para mal, me da igual. Sólo sé que de palos aprendo y que el tiempo lo cura todo. He dejado de mirar a la gente para ver a las personas. He comprendido que es mejor no esperar nada, sino dejar que pase, y disfrutar mientras tanto. Que lo importante son los que están, no los que se han ido. Las personas que están ahí día a día, sacándote una sonrisa. Quien nunca te ha fallado y de quien estás segura que jamás lo haría. Compartir millones de momentos y que todos ellos sean felices, eso no tiene precio. Yo simplemente miro al futuro y lo que tenga que venir que venga, pero siempre teniendo a alguien con quien contar.

lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy hace dos años de mi confirmación.

Hoy es un día especial. Hoy hace dos años que me confirmé. Hoy hace dos años que pude tener al mejor padrino de todos para ello.

martes, 20 de mayo de 2014

Anti-Bullying.

Yo lo he sufrido y se pasa mal, MUY MAL. 
Entiendo perfectamente la letra de la canción.
Los pelos de punta y las lágrimas saltadas.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Lucha por lo que quieres.

Vale la pena luchar por lo que se quiere. Tras cada esfuerzo, siempre, tendremos la recompensa. Porque, no hay nada más gratificante que mirar atrás y ver el camino de logros que has conseguido. Querer no es siempre poder, pero, tienes que echarle ganas. Porque si luchas puedes perder, pero sino lo haces, ya has perdido. Que nadie es perfecto, todos hemos cometido errores, todos hemos hecho daño sin querer y queriendo, todos hemos querido a la persona no correspondida, todos hemos fingido ponernos malos para no ir a clase. Siempre, detrás de cada esfuerzo, viene la recompensa. Y sí, a la vida no le basta con darte un golpe, sino que prefiere darte un millón más; pero, en fin, así aprendes que para conseguir lo que quieres, tienes que luchar. Que lo que realmente merece la pena son las cosas por las que has luchado y las cosas que te encuentras mientras luchas. Porque detrás de cada logro, hubo sufrimientos y esfuerzo, pero todo mereció la pena. El camino está lleno de obstáculos, pero tú tienes que saltarlos, tienes que conseguir llegar a la cima y, desde ahí mirar las gotas de sudor y sangre derramadas, el trabajo y las ganas que le echaste para llegar donde estás. Porque si tú no luchas nadie lo hará por ti. Siempre hay algo por lo que luchar, un amor, un sueño... Porque la persona que al final será recordada no es la más famosa, ni la más rica, sino la que consiguió muchos logros y la que cuando se marcha, deja un gran vacío en el corazón. De la estrella más pequeña se espera lo más grande. Siempre se tiene que conseguir lo que uno se propone.

martes, 13 de mayo de 2014

Búscame.

Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme, cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere, cuando extrañes las risas, las caricias, las conversaciones, los abrazos y las locuras. Búscame cuando necesites a alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles, cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa y lo bien que te ves cuando te enfadas. Búscame cuando mires el móvil esperando que te hable, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente. Pero sobre todo, búscame cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo.

domingo, 11 de mayo de 2014

No, no estoy bien.

¿Cómo estarlo cuando la personas que más te importa te considera un cero a la izquierda? ¿Cómo estarlo cuando te das cuenta que no eres tan especial como algunos dicen? ¿Cómo sonreír cuando por dentro estoy gritando de dolor? ¿Por qué debería fingir que sí estoy bien? ¿Para no llamar la atención de los demás y "aprender a ser fuerte"? Yo no quiero eso. Yo no quiero fingir que soy fuerte porque sé que no lo soy. Y no mentiré diciendo que soy la persona más feliz y afortunada por el simple hecho de vivir. Porque nadie lo es. Nadie es completamente feliz. Todos tenemos esos momentos en los que "NO ESTAMOS BIEN". Mi finalidad no es llamar la atención. En realidad no tengo una finalidad. Mas tengo que expresar que tengo sentimientos, como cualquier humano que conoces.

sábado, 10 de mayo de 2014

El amor, el juego más peligroso.

El amor es un puro juego de azar en el que apuestas todo y nada. Apuestas tu amor a la banca, esperando a que alguien lo gane, y cuando ese alguien lo gana llega un momento en el que pierde y se queda sin nada. Piensas que nadie va a jugar mejor que el anterior y que nadie apostará por ti porque vales menos, pero lo que no sabes es que vales más que cualquier otro premio. Casi al final del juego, llega a alguien que aprecia lo que tiene y aunque haya tenido varias pérdidas, ha sabido volver a recuperarte e incluso ha hecho que subas de valor. Pero en este juego de azar no siempre se gana y hay gente que a la primera jugada lo pierde todo y se cansa de volver a intentarlo. A veces el amor es un juego de perder, pero para poder ganarlo, tienes que aprender de tus errores.

viernes, 9 de mayo de 2014

Podría escribir un libro entero con tu nombre...

Podría seguir escribiendo tanto de ti, tu nombre, escribiendo sobre tu sonrisa, escribiendo páginas de mi diario.
Podría hacer un libro únicamente pensando en ti.
Podría dedicarte mil poesías y mil versos.
Pero nunca tendría el valor de leerte ni una sola de mis líneas.

Autorretrato

Soy mucha yo dentro de mí.
Soy cuando quiero, nerviosa. Pero la calma me invade si cierro los ojos y pienso en ti.
Soy de apariencia tensa, mas si preguntas aquí dentro, los problemas no me son causa para no dormir.
Soy un montón de letras desparramadas sobre el teclado.
Soy lo que siento, lo que pienso. Soy un manifiesto de mis pensamientos.
Soy un alma luminiscente. Brillo si sonrío realmente; como tú, como todos brillamos con una sonrisa en la cara.
Soy cuando quiero ser. Cuando no soy, es porque algo me falta. Cuando me falta la tranquilidad, la felicidad, cuando me falta el amor.
Soy poco, si me siento vacía.
Soy lo que no son otros si les hace falta; apoyo.
Soy en el momento de hablar, loca. Y estoy. Soy y estoy como la vida misma.
Soy lo que no podéis callar. Sinceridad.
Soy de metro cincuenta y cinco noches que podría pasar pensando en lo que soy.
Soy los cinco minutos de sueño que siempre me faltan al despertar.
Soy tu sexto sentido. Soy más allá de donde los otros cinco sentidos no pueden llegar. Soy la que profundiza en tu ser.
Soy mis lágrimas. Soy mi llanto cuando estoy sin ti, porque me he acostumbrado a estar contigo.
Soy el reflejo de lo que tú eres.
Soy lo que seguramente a veces no quieres que sea; pero aun así lo soy.
Debo dar las gracias a aquel o aquella que en su día me abrió los ojos y me presentó a mí misma, porque hoy sé lo que soy.
Te doy las gracias.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Relativamente atrayente.

¿Por qué ahora siento las ganas de atraerte? ¿Por qué quiero que te acerques y que me huelas? Que se te quede grabado mi aroma... No lo comprendo. Y no consigo entenderlo porque hace apenas unos meses me eras totalmente indiferente, uno más.
Y no sé cuándo dejaste de ser "él es uno más", y empezaste a ser "él". Pero también sigues siendo uno más... de los pensamientos que me vienen a la cabeza, de las ideas locas que no abandonan mi mente...
Te aseguro que no se quita con el "duermo y se me olvida", porque no serían suficientes las horas de un año para dormir y que no te colases en mis sueños. Maldito intruso. Juraría que era yo la que abría y cerraba la puerta. ¿Acaso te he dejado entrar? ¿Lo he hecho sin darme cuenta? Estaría dormida. Sería en un sueño. Pero despierta te veo, y me quedo mirándote porque estás ahí.

Enhorabuena... si entraste con intención de ser un pensamiento pasajero, has acabado pasando a la realidad. Pero, ¿quién determina cómo de real es esto? ¿Lo digo yo, lo siento, lo pienso, o se determina sólo? En serio... ¿debo creerme? Que hasta ahora, cuando aparecías, no me he fiado de mí ni de lo que pensaba. Pero vivo conmigo, y cuando ahora me pregunto, sólo me puedo responder que sí. Que hay un (gran) parte de mí que te comería a besos. La otra no sabe si es a ti o a cualquiera que me haga caso. Pero empieza a ser más grande la primera; la que comienza a quedarse demasiado tiempo mirándote.
Qué peligro... Estás prohibido.
No debo mirarte tanto. Eso no está bien, no lo está.

¿De verdad? ¿Dónde está el límite? ¿Lo hay o me lo impongo yo? Odio tantas preguntas que se calman con un "sólo tú lo sabes", porque no sé qué es lo que sé. Yo qué sé, quién sabe.

Algo que contar.

Escribo cuando pauso mi mirada en algún punto fijo de la ventana y veo que llueve, o cuando mi mente se queda en blanco y, de repente, las ideas retornan a mi cabeza. No lo hago por interés, simplemente llevo mucho tiempo desahogándome a través de la escritura. En el momento en que las teclas suenan, siento que nadie ni nada puede interrumpirme, solamente yo soy dueña de mis palabras. El hecho de saber que siempre, o casi siempre, podré escribir sin que nadie me juzgue por ello, me anima a colgar algunos de mis textos "razonables" o algunas de mis locuras mentales pasadas a un texto. No es más que eso.

martes, 6 de mayo de 2014

Que nadie te quite esa maravillosa sonrisa.

A veces es complicado decirle a alguien que amas de verdad las cosas claras. Tal vez lo hagamos así para evitar que esa persona se aleje. O también porque prefieres ahogar tus sentimientos teniendo como recompensa su única presencia.
Sentir su olor, sentarte a su lado o rozarle; son esas pequeñas cosas que recuerdas al final del día y que te hacen sonreír. Y si al final resulta que esa persona también te ama, siempre le mostrarás esa maravillosa sonrisa que sólo tú puedes sacar.
Porque, tal vez, gracias a tu sonrisa, otra persona será feliz al final del día.

lunes, 5 de mayo de 2014

Felicidades, mamá.

Felicidades a todas las madres que están ahí, a las que ya no están con nosotros y a las futuras mamás.
Dicen que una de las mejores cosas que hay en el mundo, es una madre. ¡El día de hoy está dedicado a ellas! Aunque yo creo que se les debería dedicar mucho más, pues un día se les queda corto.
Las madres nos hacen reír, nos secan las lágrimas, nos abrazan, nos ven triunfar, nos ven fallar, nos regañan, nos consienten, nos mantienen fuertes...
Mi madre, mi supermamá, es la promesa de Dios de que siempre tendré una amiga para siempre. ¡¡Gracias!!
Porque madre no hay más que una.

PD: Ya sé que el día de las madres fue ayer, pero no he tenido tiempo de actualizar el blog hasta ahora ;)

sábado, 3 de mayo de 2014

Amor por los columpios.

Soy feliz en los columpios. Sé que es de niños, que ya soy mayor para eso, que debería crecer... ¡¡Pero es que no quiero!!

Me encanta estar sentada balanceándome, me encanta que se me mueva el pelo, me encanta sentir el aire a mi alrededor, me encanta mirar las cosas por encima de la barra, me encanta la arena bajo mis pies, me encanta esperar a que el columpio se pare sólo, me encanta volver a impulsarme y me encantar saltar cuando estoy arriba.
¡¡ME ENCANTA!!

Porque son cosas sin sentido que nos hacen felices.

Recordar los buenos momentos.

¿Qué son los buenos momentos? ¿Aquellos en los que te lo pasas bien? Sí y no.
Los buenos momentos son aquellos que cuando los recuerdas te hacen sonreír. Cuando ves fotos tuya de pequeño sonriendo, ¿a que sonríes? Eso es porque tienes buenos recuerdos de entonces, aunque no los recuerdes completamente.

Las palabras...

Las cosas más bonitas. Las que te hacen soñar. Te influyen, te enseñan. Te divierten y te hacen llorar. Pero las palabras escritas... Esas son las más engañosas y mágicas de todas. Nos llevan a lugares desconocidos, secretos, a los pensamientos de otras personas, nos cantan una canción, nos permiten ser muchas personas y dejar de serlo a nuestro antojo. Es la magia desconocida y enseñada. Es la magia que los brujos conocen y los antiguos temen. Es una magia dormida y olvidada en las mentes modernas. Ya no se tienen estas cosas en cuenta... Ya nadie cree en la magia... Sólo buscan los cuentos de hadas en la realidad, no la realidad en los cuentos de hadas...

viernes, 2 de mayo de 2014

Descubrir que no eres esencial en la vida de un amigo...

¿Qué ocurre cuando crees que eres importante para una persona y descubres que no lo eres? Y no, no estoy hablando del amor, sino de la amistad.
Aunque, ¿puedo seguir hablando de amistad cuando descubro que esa persona esencial en mi vida no tiene el mismo pensamiento hacia mí?
Es como un jarrón de agua fría. Que en cuestión de segundos me doy cuenta de algo que era impensable; todo cambia, a peor.
Me doy cuenta que uno de los pilares fundamentales en mi vida, no me quiere, no soy imprescindible en su vida cuando él en la mía sí.
Y me duele, me duele alejarme de la gente que quiero, pero él lo ha querido así.
Ya llevaba un tiempo que no me hablaba, que no se preocupaba por mí, que no actuaba como debía actuar, que no era conmigo lo que debía ser: mi protector, mi consuelo, el que me escucha. Pero pensé que era un bache, pensé que, bueno, todos tenemos momentos en los que nos alejamos de la gente por circunstancias, pero suelen ser eso, baches. Pero no, hoy me he dado cuenta de que no, de que no es un simple bache.
Poco a poco me está excluyendo de su vida; y, voy a ahorrarle el mal trago y voy a irme yo solita, sin que él tenga que echarme, para evitar más momentos incómodos, más silencios, más conversaciones extrañas y más llantos.
Momentos incómodos, conversaciones extrañas... es lo que ocurre cuando voy con otra persona y te saca el tema; estamos hablando de la otra persona, que está preocupada por mí, porque hago cosas que le molestan; pero no puede hablar conmigo, no, tiene que mandar a una segunda persona a hacerlo. ¿No se da cuenta que esa segunda persona puede estar pasándolo mal? Esa segunda persona me está regañando por algo en lo que no tiene nada que ver, es extraño. Silencios cuando me cuentan algo y yo no me lo creo, no creía que le molestaría cierto acto, pues pensaba que teníamos confianza y teníamos una amistad.
Si él no quiere hablar conmigo de lo que le sucede, yo no voy a ser menos. Si él no quiere incluirme en su vida, cogeré la puerta y me marcharé por donde he venido, con lágrimas eso sí, pues me duele mucho alejarme de esa persona.
Si él lo quiere así, que así sea.
Con todo el dolor de mi corazón, adiós.

jueves, 1 de mayo de 2014

Filosofeando, que es gerundio.

Después de tanto tiempo sin escribir (nótese la ironía), aquí me encuentro. Tal vez no por voluntad propia. ¿O sí? Y yo qué sé. La verdad, pueden ocurrir tantas cosas en tan poco tiempo que se terminan olvidando. Las imágenes, los sentimientos más importantes, los sueños, todo son restos de la vida. Tal vez ni eso. Tal vez sólo son sombras de acciones. Menos aún. Sombras de recuerdos, espectros familiares. Cuánto se puede aprender y soñar en tan sólo unos días. Pero para poder seguir aprendiendo hay que olvidar. ¿Seremos también olvidados? Tal vez. Pero si das a la gente que te quiere una buena razón por la que ser recordado, seguirás a su lado. O no. Eso no depende de nosotros. Es sólo tiempo, pensamientos, acciones y personas.

Fechas señaladas.

No sé para qué sirven. Motivos tontos para intentar demostrar tu éxito. Regalos, no los quiero. Si te importo dame esa razón para elegir otro momento. Palabras bonitas, prefiero recuerdos. Si de verdad piensas de mí lo que me dices, concédeme el honor de conocer tu pasado, y así comprender tu presente. Pero no me pongas excusas. Dime las cosas como las piensas, como las sientes.  Señalamos fechas para justificar acciones, pero las acciones se justifican con sentimientos y pensamientos. Perdemos sinceridad al hablar de los sentimientos. Pero así vivimos, entre excusas y disculpas, entre odio y envidia, entre cariño y amor, entre cada rincón de mentes no correspondidas. Somos sueños colectivos que el tiempo no cambia.

Es tan... es tan...

Es tan adorable. Creo que nadie me había dicho nunca antes lo que me dice esa persona. Y lo peor es que me lo creo. Y sé que no piensa lo que me dice, que no lo cree realmente. Sólo es amable conmigo.

Maldita esperanza que me hace creer que conseguiré gustarle. Pero su sola compañía me alegra, me colapsa. Sus abrazos... ains sus abrazos. Ojalá le vea pronto.

El señor tiempo y yo.

¿Nunca os ha pasado que, un día, uno cualquiera, te paras y piensas en los buenos momentos, y te pones a mirar fotos y a recordar? Sí, todos lo hacemos. Pero, de repente, no recuerdas si fue hace un año o dos, si fue en verano o en primavera. Pero no te importa. Porque recuerdas perfectamente el momento feliz, las risas y las sonrisas. Entonces, ¿por qué insistimos tanto en fechas, en nombres, en detalles que luego olvidaremos? ¿Será que el señor tiempo pierde la cabeza conmigo? Aunque no es nada nuevo. Todos hemos pensado en algún momento que por qué el tiempo pasa más o menos rápido, por qué las horas se nos hacen días, y las semanas se terminan resumiendo en unas horas. Porque no es lo mismo pensar en cuando tenías 5 años, que lo que hacías hace 5 años. Aunque a veces sí. Señor tiempo, haz tu magia y haz que llegue la primavera.

Puestos a pedir.

Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo.
Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo para el resto de tus días.
Por pedir, pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo.
Por pedir, pido una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines para que sólo puedas abrazarte a mí, enfrente de mi película favorita.
Por pedir, pido y exijo que mis asignaturas se reduzcan a tres, las cuales sean anatomía de tu cuerpo, economía de nuestra casa, literatura para describirte lo que siento y horas libres, muchas horas libres para poder describirte a base de susurros, poder disfrutar de ti a base de besos, caricias, abrazos...
Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente y mojarnos los labios sin que nos vea la gente.
Por pedir, pido pasear de tu mano por todas las calles que he recorrido tanto contigo, por nuevas sendas, por caminos nuevos que retrasen la llegada a tu casa, puesto que tendría que dejarte marchar.
Por pedir, pido pararnos unos segundos ante cualquier escaparate, continuar andando, y que, momentos después, me preguntes cuánto costaba ésta o aquella cosa. Entonces me pido contestarte que no lo sé, que no me fijé, porque lo único que he sido capaz de ver en el cristal ha sido tu imagen reflejada, y aquello... no tenía precio.
Por pedir, pido que en las noches más frías de invierno el mejor abrigo no sea una manta o una sudadera, sino tu piel.
Por pedir, pediría siente mil peticiones más, alargaría la lista hasta quedarme sin papel, y lo reciclaría para seguir pidiendo, para seguir pidiéndote, pero tengo otras cosas que hacer, tengo que hacerte feliz, y no puedo perder más tiempo.